En mi escuela primaria, todos los años se organizaban asambleas de seguridad para prevenir incendios. Dos semanas antes de la asamblea, nuestros maestros nos entregaban hojas informativas sobre seguridad contra incendios y una planilla en blanco para el plan de escape en caso de incendio. ¿Cuál era la tarea? Con nuestras familias, debíamos elaborar un plan de escape en caso de incendio, que todo el mundo pudiera entender. Al día siguiente se realizaba un concurso, y se daban golosinas como premio al mejor plan.
Quiero resaltar algo importante: desde temprana edad empecé a entender la importancia de la seguridad y de hacer simulacros con regularidad. Se nos recordaban los peligros de incendio en general y practicábamos repetidas veces qué hacer si nos encontrábamos en una situación de incendio. Lamentablemente, había un área muy grande de conocimientos sobre seguridad contra incendios que no se cubría en esas asambleas tan útiles: los riesgos de los incendios eléctricos.
No fue sino hasta que fui a vivir a una residencia estudiantil para mujeres en la universidad que mi educación sobre seguridad contra incendios se extendió también a los incendios eléctricos. Los incidentes abarcaban desde accidentes al hacer palomitas hasta olvidarse la plancha encendida por llegar tarde a clases. Las asambleas anuales, las orientaciones y los simulacros de incendio a cualquier hora de la noche eran recordatorios contundentes de los peligros que acarreaban los incendios eléctricos.
Incendios eléctricos: reales e inminentes
Según la Administración de Incendios de Estados Unidos (USFA), los cuerpos de bomberos de los Estados Unidos responden a alrededor de 25 900 incendios eléctricos en los hogares anualmente. Estos incendios causan alrededor de 280 muertes y 1.125 lesiones.A menudo se pone un fuerte énfasis en los simulacros de incendio y la seguridad contra incendios en nuestras iglesias y escuelas. Sin embargo, también debemos educar —y recibir educación— sobre incendios eléctricos. Es importante que tratemos a fondo todos los riesgos de incendio, incluidos aquellos que no siempre vemos.
Estos son algunos consejos de la Asociación Nacional de Protección contra el Fuego (NFPA) referidos a seguridad eléctrica.
- Reemplace o repare los cables eléctricos temporales que estén dañados o sueltos.
- Deje de usar alargues como fuentes de alimentación permanente, de acuerdo con el código 11.1.7.6 de la NFPA.
- Evite tender alargues cruzando entradas o debajo de alfombras.
- En los hogares con niños pequeños, asegúrese de que su casa tenga receptáculos a prueba de manipulaciones (TR).
- Siga las instrucciones del fabricante para enchufar un dispositivo en un receptáculo o tomacorriente de pared, no utilice alargue.
- Evite sobrecargar los tomacorrientes.
- Si los tomacorrientes o los interruptores están calientes, o si experimenta problemas frecuentes de fusibles que saltan, circuitos que se disparan o luces titilantes o débiles, llame a un electricista calificado.
- Apoye las lámparas en superficies planas, lejos de objetos que puedan quemarse, y bombillas adecuadas para el vataje recomendado de la lámpara.
- Asegúrese de que su casa tenga interruptores del circuito de fallos de conexión a tierra (GCFI) en la cocina, baño/s, lavadero, sótano y áreas exteriores.
- En su casa, instale circuitos por falla de arco (AFCI) para proteger los tomacorrientes eléctricos.
Resuelva estos y otros temas apenas ocurran. Estas medidas lo ayudarán a apagar incendios antes siquiera de que estallen.
Para obtener más información sobre los riesgos de los incendios, visite a nuestra página informativa.