Hay que ser realistas: las instalaciones educativas son objetivos fáciles debido a su propia naturaleza y misión. Como sucede con la mayoría de las áreas públicas y los edificios, escuelas, facultades y universidades, son ámbitos abiertos, que los convierten en lugares muy difíciles de proteger. Lamentablemente, es un dato conocido en cualquier tipo de plan de gestión de riesgos para emergencias en instituciones educativas referido a violencia.
Los gestores de riesgo y los líderes deben desarrollar una actitud de protección. Reconozca que su institución necesita un plan y luego actúe. No se limite a hablar sobre el plan. No niegue que necesita una estrategia. Sea proactivo y determine estrategias concretas para desarrollar un plan.
Reúna al equipo
Utilice un equipo de partes interesadas internas que ayuden a formular el plan. Entre los miembros clave del equipo están las áreas de recursos humanos, seguridad, legales, gestión de riesgos, salud y seguridad, y liderazgo ejecutivo. También incluya a gerentes de departamento y supervisores, como también a personal de las instalaciones y de mantenimiento.Considere incluir socios de recursos externos además de su propio personal de la institución. Por ejemplo, consultores en seguridad y control de pérdidas, y expertos en seguridad. Estos socios tienen experiencia que ayudará a conectar a su institución con recursos de gestión de emergencias a nivel local, estatal y federal.
Los líderes de su equipo no siempre deben provenir del nivel superior o ejecutivo. Hay miembros internos de ese equipo que también pueden servir como líderes. Se trata de personas entusiasmadas y apasionadas por este proceso, que a menudo ayudan a dar impulso y a avanzar hacia el objetivo final.
Evaluación de riesgos
Instruya a su equipo para que realice una evaluación de riesgos de seguridad exhaustiva junto a consultores independientes externos. Es importante conocer las fortalezas y debilidades de su institución antes de desarrollar un plan general. La evaluación de riesgos es fundamental para ayudar a desarrollar planes de respuesta a emergencias efectivos. Las siguientes tres «P» son las tres áreas clave que serán las más importantes para usted en lo que se refiere a evaluación.- Políticas y Procedimientos:¿Cuáles son los pasos a seguir documentados en las políticas y los procedimientos que rigen su programa de gestión de riesgos de seguridad? ¿Se incluyen políticas de control de acceso, políticas de gestión de identidad, políticas de cierre, políticas de vigilancia o todas las anteriores?
- Sistemas de Protección:¿Qué tipos de sistemas de protección física concretos tiene implementados: control de acceso, alarmas de amenaza, iluminación, paisaje, guardias, etc.?
- Personas: Su cultura; esta también es la clave de su éxito. ¿Su institución tiene una cultura de seguridad laxa o una cultura de protección sólida? Implementar mejores prácticas en cuanto a políticas y procedimientos, o instalar un sistema de protección física de un millón de dólares no sirve si una sola persona deja la puerta abierta cuando sale a caminar.
Desarrollar el plan
Una vez completa la evaluación de riesgos, puede desarrollar el plan de respuesta a emergencias y las estrategias de mitigación antes del incidente. Elabórelos de acuerdo con las necesidades de su institución.Recuerde siempre que sus planes no deberían estar dedicados exclusivamente a las estrategias de prevención y respuesta, sino también a los pasos siguientes. Las fases del plan de gestión en emergencias deberían incluir continuidad empresarial y recuperación.
- ¿Cómo regresaremos rápidamente a la normalidad operativa después del incidente?
- ¿Cómo nos recuperaremos?
- ¿Qué pasos daremos inicialmente para avanzar lo más rápidamente posible?
Capacitar para el plan y probar el plan
Una vez que se complete el plan, programe la capacitación para el cuerpo docente y el personal. Puede ser el mejor plan del mundo, pero si nadie sabe de qué se trata, el plan no existe. Dedique tiempo a informar a las partes interesadas sobre sus funciones y responsabilidades en la gestión de emergencias de su institución.A continuación, pruebe el plan. Una emergencia real no es la ocasión para determinar la efectividad de un plan. Por el contrario, realice ejercicios teóricos de simulación, almuerzos de aprendizaje, capacitaciones en servicio, simulacros, etc. Todos los planes deben probarse y practicarse para determinar verdaderamente su efectividad.
Este proceso puede parecer abrumador y desalentador. Al principio, es posible que no pueda ver el resultado final. No obstante, tiene que dar el primer paso. Nadie llega hasta el final con poco esfuerzo o sin hacer nada.
Luchar contra una cultura apática
Mientras desarrolla un plan de respuesta a emergencias, es probable que deba enfrentar desafíos. La gente suele pensar:«Ese tipo de cosas no va a ocurrir aquí».
«Ese tipo de incidentes nunca ocurre en un campus tranquilo y pequeño como el nuestro».
«No tenemos tiempo para ocuparnos de eso».
«Hay otras cosas más urgentes que tienen más prioridad para nosotros».
Resista la inclinación a caer en una actitud apática. Recuerde que, si se produce una emergencia o un desastre, lo llamarán a testificar desde el tribunal. Si debe prestar declaración como testigo, una de las primeras preguntas que le hará el abogado demandante será: «¿Cuál fue su plan para responder a este incidente? ¿Y cuáles fueron sus estrategias de mitigación antes del incidente?».
Crear un plan de respuesta a emergencias puede parecer abrumador. Los consultores externos y los profesionales de gestión de emergencias a nivel local y regional pueden aportar la información valiosa que usted necesita.
Los campus educativos están expuestos a riesgos de incidentes violentos en cualquier momento. El impacto que puede tener uno de estos incidentes de violencia catastróficos tiende a afectarnos en diferentes niveles. Es importante que empecemos a planificar ya mismo.
