La etimología, o el estudio del origen de las palabras, nos ayuda a entender las raíces y el significado de las palabras. La palabra «pastor» proviene de la palabra latina pastor, que se traduce literalmente como «pastor de ovejas». Los pastores de ovejas cuidan, alimentan y protegen a sus rebaños de ovejas tanto como los pastores cuidan, alimentan y protegen a sus congregaciones. Una asistencia espiritual individualizada a través de la orientación es uno de los métodos que los pastores pueden usar para cuidar a su congregación. Aunque ofrecer orientación es útil para mantener la salud y el compromiso de la congregación, no está exento de potenciales problemas y riesgos legales.
En la medida en que los pastores brindan cada vez más servicios de orientación, las demandas aumentan, alegando distintas formas de negligencia eclesiástica. Por ejemplo, orientación pastoral negligente cuya consecuencia fue suicidio, conducta sexual inadecuada y violación de la confidencialidad por divulgación de comunicaciones confidenciales. Los reclamos hechos contra pastores e iglesias referidos a orientación por lo general pertenecen a cuatro categorías: orientación negligente, violación de confidencialidad, abuso infantil y conducta sexual inadecuada.
Orientación negligente
El riesgo de orientación negligente puede surgir en distintas situaciones. Las acusaciones pueden provenir de «malos» consejos o de orientación que el pastor no esté calificado para brindar. Hace varios años se demandó a una conferencia Adventista del Séptimo Día porque uno de sus pastores aconsejó a los miembros de la iglesia de manera negligente acerca de sus relaciones interpersonales. El tribunal decidió que, conforme a la ley, el pastor era un profesional de la salud mental sin licencia, y por lo tanto podía ser demandado por negligencia en su orientación. ¿Cómo pueden protegerse las iglesias de este tipo de negligencia?Las conferencias pueden requerir que sus pastores sean selectivos en su orientación. Es mucho más difícil finalizar una relación de orientación que no haberla comenzado nunca. El contenido de la orientación también debería ser selectivo. Los pastores deberían limitar la orientación a consejos bíblicos o espirituales. Si los pastores, que no son terapeutas con licencia, brindan terapia médica, familiar o de salud mental, desde lo legal pueden considerarse terapeutas sin licencia a los efectos de la responsabilidad.
La orientación negligente también puede surgir en situaciones en las que el pastor no deriva a la persona, en circunstancias en las que se requiere una derivación. Algunos casos en los que debería hacerse una derivación a un profesional son: orientar sobre temas de salud mental, sobre cuestiones de abuso de sustancias, cuando el miembro de la iglesia solicita una derivación, cuando el miembro de la iglesia es una amenaza de daño inminente para otras personas, o cuando el miembro de la iglesia tiene un comportamiento suicida. Sin embargo, los pastores deben tener cuidado de no infringir su obligación de confidencialidad hacia el miembro de la iglesia.
Preservar la confidencialidad
La preservación de la confidencialidad es esencial por muchas razones. Guardar las confidencias de sus miembros ayuda a mantener una relación sana en la orientación. Será mucho más probable que los miembros soliciten guía espiritual si sienten que se preserva la confidencialidad de sus preocupaciones y problemas. Asimismo, es posible que su conferencia local tenga una política de confidencialidad. Si un pastor infringe esta política, podría exponerse a sufrir sanciones disciplinarias.Para proteger a los pastores y a la iglesia de acusaciones cruzadas («él dijo, ella dijo»), es necesario llevar registros minuciosos. Sin embargo, dichos registros deberían guardarse en un archivo confidencial al que solo el pastor tenga acceso. En estas notas debería asentarse fecha, hora y lugar de las sesiones, nombres de las personas presentes en las sesiones, la naturaleza confidencial de las reuniones, y notas acerca de toda sospecha razonable de abuso infantil o amenazas hechas para dañar a la persona que pide orientación o a terceros.
Abuso infantil
Aunque parezca algo muy evidente, nuestra denominación no tolera el abuso infantil. Sin embargo, lo real es que aun las acusaciones de abuso infantil pueden dañar a un pastor en forma irreparable. Si bien un pastor no solo debe abstenerse de mantener relaciones sexuales con personas que solicitan orientación, menores de edad u otras personas, también debe evitar firmemente cualquier comportamiento que pueda dar lugar a una acusación referida a este.¿Cómo protegerse de las acusaciones? Los pastores deben seguir la regla de dos adultos en la orientación de menores; es decir, debe haber otro adulto presente durante la sesión de orientación. En algunas situaciones quizá no sea posible seguir esta regla, pero los pastores no deben nunca ofrecer orientación a puerta cerrada o fuera de la vista de otro miembro del personal de la iglesia. Además, los pastores nunca deben ingresar en el hogar de un menor mientras los padres están ausentes.
Durante la orientación a miembros de la iglesia, es posible que el pastor conozca circunstancias que podrían representar o hacerlo sospechar que existe abuso infantil. En más de 30 estados; entre ellos, California, Florida y Maryland, se considera que los miembros del clero son «denunciantes por mandato». Esta categoría significa que los pastores están obligados a denunciar «conocimiento o presunción de abuso infantil o negligencia» a las autoridades pertinentes. La falta de denuncia de conocimiento o presunción de abuso infantil expone al pastor y a la iglesia a consecuencias legales; entre ellas, sanciones civiles, demandas, y en algunos casos, responsabilidad penal. Conozca las leyes en su estado y esté actualizado sobre los requisitos legales.
Conducta sexual inadecuada
Es fundamental que los pastores reconozcan que una falsa acusación de conducta sexual inadecuada puede destruir su reputación. Celebre siempre las sesiones de orientación en un lugar abierto, como por ejemplo un salón con ventanas o entre los bancos de la iglesia. Si la confidencialidad es tan importante que el lugar debe ser privado, los pastores deben seguir la regla de dos adultos también para orientación del sexo opuesto. Recuerde que ninguna persona que solicita orientación tiene derecho a insistir en que el pastor se exponga a una situación por la que se lo podría acusar.Los pastores deberían programar las sesiones de orientación por escrito y mantener al tanto al personal administrativo de la iglesia sobre el lugar donde se llevará a cabo la orientación, a fin de evitar la apariencia de incorrección o de que se realizan reuniones secretas inapropiadas. Además, los pastores deberían establecer límites en las sesiones con todas las personas que solicitan orientación. Un número fijo de reuniones disminuye el riesgo de que la relación entre el pastor y la persona se torne excesivamente íntima, o bien de que la persona se distancie.
Quizá parezca algo evidente, pero los pastores no deben involucrarse romántica ni sexualmente con las personas a las que orientan. En la mayoría de los estados, un consejero mantiene una relación fiduciaria con la persona que le pide orientación. En una relación fiduciaria, el consejero debe anteponer el interés de la persona que recibe consejos a su propio interés. En consecuencia, no se aconseja que un pastor brinde orientación a ninguna persona con quien tenga una relación personal estrecha. En general, un cónyuge, cónyuge de su mejor amigo o pariente debe derivarse a otro consejero.
A pesar de los riesgos que conlleva la orientación, sigue siendo parte esencial del ministerio. Isaías 40:1 (NVI) dice: «¡Consuelen, consuelen a mi pueblo! —dice su Dios—.» Si toma medidas para ofrecer orientación a los miembros de su iglesia en forma segura, podrá protegerse y proteger a su iglesia de problemas legales indeseados, y al mismo tiempo seguir cuidando a la congregación.