Al jubilarme este otoño reflexiono en los 35 años que dediqué a trabajar para la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Durante 24 de ellos trabajé en Adventist Risk Management, Inc. (ARM). Mis tareas se concentraban principalmente en el control de riesgos, seguridad y protección de las propiedades y activos de la iglesia. Antes de dejar ARM y decir adiós a los lectores de Solutions quiero compartir las tres excusas que más escuché a lo largo de estos años cuando hacía inspecciones personales.
“¡Soy el Único Que lo usa!”
No sé cuántas veces habré escuchado esta frase. Normalmente la dice alguien responsable del mantenimiento al referirse a alguna sierra eléctrica u otra herramienta “sin protección”. La Oficina de Seguridad y Salud Laboral (Occupational Safety and Health Administration, OSHA) y los estándares de seguridad requieren protecciones de seguridad en las herramientas y equipo que tenga puntos de mordida o agarre –partes que pueden atrapar la ropa o el cabello y jalar al operador hacia la máquina o cortar con rapidez dedos, manos, brazos, etc. Algunas personas creen que nunca les pasará nada y siguen confiando en su suerte día tras día.Desafortunadamente, no es el caso. Cualquiera puede distraerse en el momento más crítico y a continuación estar en el pabellón de urgencias. Para todos es igualmente importante tratándose de seguridad y cada persona es responsable de sus trabajadores y de sí mismo en lo tocante a la seguridad. La OSHA no hace distinciones. Trabaje con seguridad y coloque protecciones a las herramientas que lo requieran.
“Siempre lo he hecho así y nunca he tenido un solo accidente.”
¡Excelente! Todos los que sí han tenido un accidente podían decir lo mismo hasta que tuvieron su “experiencia personal” –un corte, amputación, distensión, caída de la escalera o del techo, lesión ocular, electrocución, etc. Hay formas seguras de realizar las tareas y formas de hacer que las personas acaben en una ambulancia. O peor.También debemos recordar que diariamente damos ejemplo a los demás trabajadores. ¿Qué ejemplo quiere usted que sigan? ¿Qué efecto tendrá una lesión en una familia o en la organización del trabajador?
Dejemos de hacer las cosas a nuestra manera y comencemos a hacerlas de la forma correcta y más segura.
“Así fue establecido.”
Un diseño inseguro puede conservarse en un lugar por tener apariencia de ser algo “establecido”. Era aceptable cuando se hizo y, por tanto, no necesita cambios. Algunas veces es el caso. Otras veces no. Con frecuencia esto depende de las autoridades locales y de otros factores. Un edificio remodelado es un ejemplo de esto. Si el costo de la remodelación llega a cierta cantidad, su condición de estar fuera de la norma debe muchas veces ser actualizada. Algunas autoridades con competencia en la materia, como el jefe de bomberos, podrían requerir cambios casi inmediatamente sin importar lo que se requiera. Dependiendo del grado de peligro o del tipo de exposición, otras normas podrían también requerir cambios.Como iglesia que se preocupa es lógico pensar que cada institución se esforzará por ofrecer el ambiente más seguro a empleados, visitantes, voluntarios, estudiantes y cualquier otra persona que entre en nuestras propiedades. Algunos cambios tal vez no se realicen hoy por limitaciones presupuestales, pero usted debiera planearlas para mañana. Póngase la meta y comience a reunir los fondos necesarios.
una mirada retrospectiva
Durante mi carrera visité muchas instituciones en repetidas ocasiones y a veces me desanimaba descubrir recomendaciones que no se tomaban en serio. Sin embargo, también observé numerosos cambios que mejoraron la seguridad en muchas instalaciones. La gente y las propiedades gozaban de mayor protección. Un mayor número de instituciones designaban jefes de seguridad y mantenían “activas” las comisiones de seguridad. Los dirigentes realizaban inspecciones personales, señalaban cuestiones que necesitaban atenderse y hacían acopio en el presupuesto para reparaciones y mejoras de seguridad. Al iniciar mi jubilación es natural que reflexione en lo pasado. Pero también miro hacia el futuro. Y me parece prometedor.