Según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA), el período de huracanes en el Atlántico durante 2021 será otra temporada activa. En esta temporada probablemente se vean entre 13 y 20 tormentas con nombre, de las cuales entre 6 y 10 podrían convertirse en huracanes, con vientos de 74 mph (119 km/h) o más. La NOAA pronostica que podríamos ver entre tres y cinco huracanes mayores de categoría 3, 4 o 5, con vientos de 111 mph (178 km/h) o más.1 Si bien en esta temporada es posible que no se supere el número de tormentas observadas en 2020, prepararse para lo peor le permitirá estar totalmente preparado.
Uno de los principios de gestión de riesgos es el concepto de los tres pilares: identificación de riesgos, control de riesgos y financiación de riesgos. En este artículo veremos cómo los tres pilares de la gestión de riesgos se aplican a la preparación para huracanes.Identificación de riesgos
El primer pilar de la gestión de riesgos consiste en identificar los riesgos o peligros asociados a un huracán. Algunos de estos riesgos incluyen daños a la propiedad debido a vientos fuertes y/o inundaciones. Por ejemplo, una ventana rota puede hacer que el viento o el agua penetren en el edificio de la iglesia.El oficial de seguridad debería controlar los sumideros, las canaletas y los tubos de desagüe para verificar que estén despejados y puedan drenar cualquier lluvia fuerte. Si los sumideros del techo están atascados, el agua podría acumularse y hacer que el techo se desplome, o incluso causar daños en el interior del edificio.
Inspeccione los árboles de su propiedad y busque ramas que estén en riesgo de quebrarse frente a vientos fuertes. De igual manera, identifique cualquier objeto suelto o que no esté asegurado en el patio de la iglesia. Estos objetos pueden convertirse en proyectiles durante una tormenta y causar daños a su edificio o, algo peor, a las personas.
Adventist Risk Management, Inc. (ARM) cuenta con un formulario de autoinspección que ayudará al oficial de seguridad a identificar los riesgos interiores y exteriores del edificio. También puede ver nuestro kit de seguridad para huracanes, que analiza más riesgos asociados a huracanes y tormentas tropicales.
Control de riesgos
Una vez finalizada la etapa de identificación de riesgos, el segundo pilar es controlar los riesgos identificados. Proteger las puertas y ventanas de su instalación es una de las mejores maneras de preservar el interior de su edificio. Para ello, es conveniente invertir en la instalación de contraventanas para tormentas, que ayudan a evitar la rotura de ventanas y el consecuente daño provocado por el viento y el agua. Si no puede instalar contraventanas para tormentas, siempre está la opción de utilizar contrachapado marino. Asegúrese de que la madera contrachapada esté sujeta firmemente a las ventanas.Si por algún motivo no es posible instalar contraventanas para tormentas o madera contrachapada, puede colocarse tela de huracán. La tela de huracán es un tejido elástico que se estira sobre sus ventanas para desviar los desechos voladores de las tormentas. Aunque esta barrera deflectora es una alternativa popular a la madera contrachapada por ser más fácil de colocar y retirar, no ofrece una protección máxima como lo hacen las contraventanas y la madera contrachapada.
Las inundaciones y el daño de agua suelen constituir problemas después de una tormenta, especialmente si el edificio ya tiene averías en el techo, en las ventanas o en las puertas. Estos puntos débiles permiten que el agua sature el edificio de su iglesia y cause daños significativos en el interior. Además, el agua de la inundación puede transportar toxinas o contaminantes que podrían ser dañinos. Es esencial permanecer lejos del agua de inundación estancada cuando sea posible. Para minimizar el daño que puede causar el agua de la inundación, coloque bolsas de arena alrededor de las puertas de la planta baja. Las bolsas de arena no detendrán el agua por completo, pero pueden disminuir la cantidad de agua que ingresa a su propiedad.
Financiación de riesgos
El último pilar es la financiación de riesgos, o compartir el gasto del daño por la tormenta mediante la compra de seguro. Adventist Risk Management, Inc. interviene en este paso para brindar cobertura cuando se produzcan estas tormentas. Este paso permite que la conferencia pueda transferir a ARM el riesgo catastrófico, que podría ser costoso para la conferencia. Tenga en cuenta que, antes de transferir un riesgo, es fundamental que el asegurado implemente un programa de identificación y control de riesgos.Asimismo, es esencial tener en cuenta que las pólizas de seguro podrían tener límites especiales, exclusiones y deducibles para ciertas pérdidas como los huracanes. Si usted es el oficial de seguridad de su iglesia local, comuníquese con su conferencia local para familiarizarse con su póliza de seguro.
Recientemente Adventist Risk Management, Inc. realizó un webinario sobre Preparación de los ministerios para huracanes y tormentas tropicales. Puede mirar este webinario en nuestro sitio web.
No espere a que la tormenta sea inminente para comenzar a prepararse para un huracán, ya que este puede ocasionar daños devastadores en el edificio de su iglesia. Identifique los riesgos potenciales, tome medidas para controlarlos y transfiera algunos de los costos asociados a estas tormentas a ARM.
Referencias
1 https://www.noaa.gov/media-release/noaa-predicts-another-active-atlantic-hurricane-season
2 Adjuntar el formulario de autoinspección de ARM
Créditos de imagen: iStock/Guido Amrein