Cada 10 segundos se denuncia un incidente de abuso infantil en América del Norte, según lo indica ChildHelp, una organización sin fines de lucro dedicada a ayudar a las víctimas del abuso infantil y la negligencia. Como padre de una hija de dos años de edad, me preocupa ver el mundo pecaminoso en el que vivimos. Aunque nuestras iglesias y escuelas continúan siendo proactivas en cuanto a proteger a los niños, debemos recordar las cosas que todos podemos hacer para continuar ofreciendo un ambiente seguro para los niños.
¿Qué es la conducta sexual inadecuada?
Por definición, la conducta sexual inadecuada es cualquier comportamiento inoportuno de naturaleza sexual que se comete sin consentimiento o por fuerza, intimidación, coerción o manipulación.1 La conducta sexual inadecuada puede ser perpetrada por personas de cualquier sexo, y puede ocurrir entre personas del mismo o diferente sexo. ¿Cómo podemos minimizar o incluso evitar que se produzca conducta sexual inadecuada?Según Childhelp, todos los años se hacen más de 3 millones de denuncias de abuso infantil a organismos de orden público en América del Norte, que implican a más de 6 millones de niños.2 Desde el punto de vista de las estadísticas, nuestros niños están expuestos al abuso, y como líderes de la iglesia, debemos tomar la iniciativa y ayudar a quienes lo necesitan. Estas son algunas maneras en que puede evitar que se produzcan posibles incidentes de abuso sexual en su ministerio.
Cinco maneras en que puede proteger a los niños del abuso sexual en la iglesia o en la escuela
N.° 1: Intervenir en nombre de otros
Un testigo es alguien que está presente cuando ocurre un incidente pero que no está directamente implicado. Podría haber testigos cuando se produce acoso o abuso sexual, o estos podrían presenciar las circunstancias que derivaron en estos delitos. La mayoría de los delitos los comete alguien a quien la víctima conoce, y un testigo que interviene puede ser la única solución de esta situación. Muchas personas ven que se produce abuso o conducta sexual inadecuada, pero no hacen o denuncian nada por miedo o falta de educación sobre cómo denunciar un incidente. ¡Sus acciones son importantes! Si sospecha que alguien a quien usted conoce sufrió un ataque sexual, actúe.
N.° 2: Seleccionar sus voluntarios
Proteger a los niños en nuestros ministerios es responsabilidad moral y ética de todo líder. Para dar una capa adicional de protección a las personas que asisten a nuestras iglesias y escuelas, en la Política de trabajo de la División Norteamericana (NAD), Sección FB20 se indican los pasos a seguir para seleccionar e investigar a los voluntarios que trabajan con niños en iglesias y escuelas adventistas. De acuerdo con esta política, todos los voluntarios deben participar en un procedimiento de selección que incluye referencias personales y una verificación de antecedentes penales antes de comenzar a trabajar. Las verificaciones de antecedentes de cada persona deben actualizarse cada tres años.
Las directrices de voluntarios incluyen a:
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Todos los adultos de más de 18 años de edad que desempeñan cualquier función con niños y en los ministerios y actividades juveniles.
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Todos los líderes y oficiales del ministerio votados o designados por la iglesia local.
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Voluntarios votados o designados por la conferencia, unión, o la NAD y sus afiliadas.
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Todos los voluntarios registrados ya sea desde dentro o fuera de la NAD, votados o designados para servir en el territorio.
N.° 3: Tener siempre visibilidad
Los salones aislados y las áreas con poca visibilidad pueden ser zonas de peligro, y crear potencial para que se produzca abuso o intimidación. Minimice estas zonas de peligro: asegúrese de tener ventanas de visibilidad en todas las puertas de su edificio, y asegúrese de que los paneles de visibilidad no estén bloqueados o tapados. Siempre cierre con llave las habitaciones que no estén en uso, para que otras personas no puedan ingresar en ellas.
N.° 4: Seguir la «Regla de dos adultos»
Para asegurarse de que siempre exista supervisión adulta apropiada, establezca la «Regla de dos adultos» para todas las actividades e interacciones del ministerio infantil y juvenil. En todo momento debe haber dos o más líderes del ministerio adultos con los niños. Ya sea que se trate de una actividad extraescolar, un estudio bíblico en la iglesia o cualquier otra situación, un adulto jamás debe estar solo con un niño o joven. Los niños no deben quedarse nunca sin supervisión adulta.
N.° 5: Siempre brinde supervisión suficiente y de calidad
Según el día o la actividad, su ministerio podría trabajar con un grupo grande de niños o con un grupo más pequeño. En todo caso, es esencial no solo ofrecer supervisión suficiente sino también de calidad. Eso significa que el voluntario o la voluntaria de guardia está comprometido/a y presta atención a los niños bajo su cuidado. El voluntario debe estar alerta y consciente de cualquier posible riesgo y estar preparado para intervenir. Si sabe que va a trabajar con un gran número de niños, asegúrese de que la proporción de personal/líderes y niños sea suficiente para supervisar a todo el grupo. El equipo debe estar capacitado adecuadamente para ofrecer supervisión de calidad para ese día específico. Revise los pasos a seguir si un miembro del personal descubre un comportamiento inapropiado entre niños o entre un miembro del personal y un niño.
Denunciar incidentes de conducta sexual inadecuada
Si se produce una situación de abuso infantil de emergencia, llame al 911. Si no es una situación de emergencia, denuncie el abuso de inmediato a las autoridades correspondientes.Si la denuncia es contra uno de sus empleados o miembros del personal, notifique a su conferencia para que estén al tanto de la situación. Dé al empleado licencia administrativa hasta tanto finalice la investigación, y siga la política para manejar casos de abuso que implican a empleados del ministerio. Si la denuncia es contra un voluntario, este tampoco debe continuar prestando servicios de voluntariado hasta tanto finalicen las investigaciones. Esta acción protege a los niños bajo su cuidado, al presunto abusador y a la iglesia hasta tanto la situación se resuelva.
Usted puede marcar una diferencia
En muchos casos de abuso, el niño puede sentirse impotente o simplemente no saber qué hacer para salir de esa situación. Como líder que trabaja con niños, usted debe defender a esos niños e intervenir en su nombre. Con selección, capacitación y supervisión de calidad, podemos hacer mucho por proteger a nuestros niños de abuso sexual.Si desea más información sobre seguridad de la iglesia y protección infantil, visite la página de ARM sobre Seguridad de la iglesia.