Los investigadores de la Universidad Estatal de Colorado predicen una temporada de huracanes en el Atlántico superior al promedio durante el 2020. Los miembros del equipo pronostican 20 tormentas con nombre, ocho más que el promedio de 12 por temporada. Además, anuncian que nueve de estos sistemas nombrados alcanzarán estado de huracán, con vientos superiores a 74 millas por hora. Anticipan que cuatro de ellos serán huracanes mayores. Es un aumento promedio de seis huracanes por año; a 2,7 de ellos se los considera significativos.
La Iglesia Adventista del Séptimo Día ha sufrido pérdidas significativas por huracanes y tormentas tropicales en todo el Caribe y algunos sectores del sudeste de Estados Unidos. Ante la predicción de un aumento de tormentas severas para la temporada de huracanes del 2020, es fundamental una mayor preparación, coordinación y respuesta. Este artículo presenta herramientas prácticas que empoderan a las iglesias y escuelas para desempeñar una función activa en la preparación de una respuesta coordinada.Preparación y coordinación
«El prudente se anticipa al peligro y toma precauciones. El simplón avanza a ciegas y sufre las consecuencias». Proverbios 22:3, NTVSaber que se avecina una calamidad antes de que se produzca constituye una gran ventaja. Si puede prevenir daños, usted tiene la obligación moral y social de actuar para proteger los bienes de su iglesia o escuela. Esos bienes son activos valiosos, y Dios espera que sea un buen administrador de lo que Él le ha confiado.
El primer modo de prepararse para un huracán es identificando los riesgos potenciales. Eso le permite responder a los desafíos de manera adecuada. Los pronósticos de tiempo locales ofrecen información vital de acuerdo con las condiciones actuales y previstas en su área. La información suministrada puede salvar vidas y ayudar en la planificación efectiva de las actividades de la iglesia y de la escuela.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) tiene varias maneras excelentes de monitorear tormentas tropicales. Su sitio web proporciona un resumen rápido de la situación actual de las tormentas. Incluye mapas, consejos de preparación y debates sobre pronósticos. El Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (ECMWF, por sus siglas en inglés) también ofrece pronósticos a nivel global y análisis del clima. Las pruebas circunstanciales indican que, en los últimos años, los modelos del ECMWF han sido más precisos que los modelos estadounidenses.
La marea de tormenta suele ser uno de los aspectos más dañinos de las tormentas tropicales. Una manera rentable de proteger una estructura de la marea de tormenta es reforzar las puertas y ventanas. Use hojas de madera contrachapada de media pulgada de espesor como mínimo, que sobresalgan del marco de la puerta. Fije la madera contrachapada con tornillos de alta resistencia o pernos expansibles. Perforar los agujeros anticipadamente y marcar el lugar de cada hoja de madera contrachapada puede ayudar a ahorrar tiempo valioso cuando se aproxima una tormenta. Recuerde que la madera contrachapada tiene mucha demanda cuando se pronostica un huracán, de manera que comprar el material necesario con anticipación es parte esencial de la preparación.
Otro aspecto de la planificación es entender la cobertura de sus pólizas de seguro y cuándo vencen. Por ejemplo, adquirir un seguro por inundaciones antes de una temporada de tormentas le dará una ventaja adicional para transferir el riesgo. Las tormentas generalmente no están excluidas de la póliza. Sin embargo, a menudo hay un deducible más alto que para otras coberturas en la póliza. Si un huracán ocasiona una inundación, la cobertura podría excluirse si la póliza no tiene un endoso por inundación. Saber si la póliza de su iglesia o escuela tiene una exclusión por inundación es información fundamental.
Documente todos los artículos de valor antes de que llegue la tormenta, y asegúrese de asentar cualquier daño preexistente. De ser posible, traslade los muebles, aparatos electrónicos costosos y otros objetos de valor al lugar más alto del edificio y lejos de las paredes exteriores.
Mueva los autos a un terreno más alto, o estaciónelos en el garaje, contra las puertas del garaje. No estacione debajo de árboles, cables eléctricos o en zonas bajas. Llene los tanques de combustible de los vehículos de la iglesia/escuela, ya que podría haber escasez de gasolina después de una tormenta. Cargue todos los teléfonos celulares y generadores de pruebas, y tenga mucho combustible extra en caso de que haya cortes de electricidad.
Respuesta y recuperación
Es esencial inscribirse para recibir alertas comunitarias en su área y conocer los sistemas de alerta de emergencia. Durante la temporada de tormentas, tome nota del pronóstico de tiempo y respete las advertencias de las autoridades locales, que pueden salvar vidas. Descargue la aplicación FEMA para recibir alertas en tiempo real del Servicio Nacional de Meteorología de hasta cinco lugares en EE. UU. y a nivel internacional.Si se emite un alerta o aviso de evacuación, de ser posible cierre todos los servicios en la iglesia y/o escuela, y siga sus planes de preparación para desastres. No regrese a su edificio hasta tanto reciba permiso de las autoridades locales. Después, sea precavido cuando vuelva a ingresar en una estructura dañada. Lo más importante que debe recordar es que su vida es más valiosa que los bienes y las pertenencias. Informe cualquier reclamo de seguro a Adventist Risk Management tan pronto como sea posible.
¡Actúe ahora! Cuando una tormenta ya se acerca, es demasiado tarde. Prepararse para los huracanes y seguir un plan de emergencia puede salvar vidas y minimizar los daños a los bienes de la iglesia.
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